Dos cuerpos cuyo deseo está prohibido por la sangre que comparten cometen el crimen que excita nuestros sentidos. Al fin y al cabo, ¿con qué soñamos si ni siquiera Dios puede vernos? En una versión escénica centrada en el placer y la culpa femeninos, el cuerpo femenino autoerótico, que exalta el sexo y la sexualidad más allá de la función de procreación, tratando el placer femenino como una herida que sigue expuesta en la sociedad.
Puesta en escena - Paulo Lage
Asistencia en la puesta en escenao - Haroldo Ferrari
Texto - John Ford
Traducción - Cucha Carvalheiro
Versión escénica - Cátia Terrinca y Sofía Berberán
Interpretación - Cátia Terrinca y Pedro Manana
Escenografía - Bruno Caracol
Disfraces - Mónica Cunha
Confección de disfraces - Maestra Olga Amorim
Atrezzo - Xana Capela
Diseño ligero - João P Nunes
Diseño de sonido - Frederico Pereira
Diseñador - David Costa
Fotografía - Sofía Berberán
Producción - El camino
Coproducción - UMCOLETIVO y CAEPortalegre
Apoyo a la creación - DGArtes